viernes, 18 de septiembre de 2009

Arthur Conan Doyle, Las aventuras de Sherlock Holmes


DECÁLOGO DEL BUEN NARRADOR

(Tomando como referencia una obra literaria como la que nos ocupa)

  1. Debemos tener siempre presente el único mandamiento del narrador: entretener al lector.
  2. No hagas leer a los demás lo que nunca leerías tú.
  3. El narrador debe narrar. Obvio pero difícil de aplicar.
  4. La verborrea solo sirve para... No sirve en realidad para nada.
  5. Nunca escribas sin tener nada que decir. Para eso, mejor que te calles y dejes a los profesionales.
  6. Una historia nace con un número determinado de páginas. Ni una más ni una menos. Acortar o alargar en exceso este límite nos conduciría irremediablemente al fracaso más estrepitoso. (Las narraciones aquí citadas de Conan Doyle rondan las 20 páginas y su rotundidad se halla precisamente en la mesura tomada.)
  7. El narrador es hermano del prestidigitador: construyen magia desde el engaño, desde una falsedad, se hace ver algo que en realidad nunca ha existido ni existirá. Lo peor que le puede pasar a ambos es que el público descubra cuáles han sido los entresijos del truco.
  8. Como en todo arte, lo sublime se encuentra en el detalle.
  9. La genialidad siempre está unida al trabajo.
  10. Que amemos la literatura no conlleva que tengamos dotes de narrador. Serlo es un don que muy pocos tienen. Plantéatelo seriamente antes de comenzar a sufrir ante tu falta de talento. Este punto debería ser el primero y no el último.

2 comentarios:

Arare dijo...

pues.. la verdad.. aunque ya tenia conocimientos de antaño de éstas novelas, he aprendido mas interesantes detalles que hacen enriquecerme mas... Gracias!
ah! tambien interesante la vida del actor que borda al personaje!

José García Chamorro dijo...

Tienes razón. La interpretación que hace Jeremy Brett en la serie de Sherlock Holmes es irrepetible. No imagino a otro Holmes. Gracias a actores como él, en ocasiones, la literatura se hace un poco más palpable. Me quito el sombrero ante él.